lunes, 7 de mayo de 2007

Los biomas


Todo espacio ecológico dotado de características geográficas, vegetales y animales distintivas es un bioma. La superficie del planeta se divide en biomas, determinados en principio por las características de humedad, temperatura y precipitaciones anuales.


Todo bioma posee una vegetación determinada y sus límites están demarcados por diversos factores, entre ellos, la disponibilidad o no de agua, la mayor o menor cantidad de luz y la amplitud de temperaturas.

Según la subdivisión más habitual, los principales biomas terrestres son: la selva, el bosque, la sabana, la pradera, la estepa, la tundra, la taiga y el desierto.












LAS SELVAS


Con su múltiple variedad de especies vegetales y animales, las selvas tropicales son los biomas más productivos de la Tierra y los de mayor biodiversidad. Se caracterizan por temperaturas medias anuales de 25'C, abundantes precipitaciones, de hasta 4.500 milímetros por año, y su factor limitante es la luz.

Las selvas se extienden en forma discontinua sobre dilatados territorios; la presencia de montañas, mesetas, lagos, pantanos y ríos impide que cubra toda la zona ecuatorial. La selva virgen se ubica en América Central y del Sur, África Central y en Malasia e lndonesia. El paisaje es parecido en todas esas áreas, pero cada una de ellas tiene características propias.
El suelo, que proporciona agua y sales minerales es poco fértil en la selva, ya que la materia orgánica es rápidamente descompuesta por el calor y la humedad, y los nutrientes son lavados por las intensas lluvias. Además, permanece húmedo, ya que el follaje espeso absorbe casi toda la luz y no permite el paso de los rayos solares hacia el interior. La visibilidad alcanza unos 20 metros.



La sucesión ecológica


La sucesión ecológica es el reemplazo de algunos elementos del ecosistema por otros en el transcurso del tiempo. Así, una determinada área es colonizada por especies vegetales cada vez más complejas. Si el medio lo permite, la aparición de musgos y líquenes es sucedida por pastos, luego por arbustos y finalmente por árboles. El estado de equilibrio alcanzado una vez que se ha completado la evolución, se denomina clímax. En él, las modificaciones se dan entre los integrantes de una misma especie: por ejemplo, los árboles nuevos reemplazan a los viejos.
Hay dos tipos de sucesiones: primaria y secundaria. La primera ocurre cuando se parte de un terreno en donde nunca hubo vida. Este tipo de proceso puede durar miles de años. La sucesión secundaria es la que se registra luego de un disturbio, por ejemplo, un incendio. En este caso el ambiente contiene nutrientes y residuos orgánicos que facilitan el crecimiento de los vegetales.


En una pirámide trófica se aprecia la estructura alimentaria de un ecosistema en donde conviven productores, consumidores y descomponedores. Los vegetales elaboran materia orgánica a través de la fotosíntesis. Los herbívoros se alimentan de ellos, y a su vez son comidos por predadores o carnívoros. Cuando estos organismos van muriendo, sus restos son transformados en sustancias asimilables por la plantas, proceso en el que intervienen los organismos descomponedores.



Una unidad dinámica

El ecosistema experimenta constantes modificaciones que a veces son temporarias y otras cíclicas (se repiten en el tiempo).

Los elementos bióticos pueden reaccionar ante un cambio de las condiciones físicas del medio;por ejemplo, la deforestación de un bosque o un incendio tienen consecuencias directas sobre la fertilidad del suelo y afectan la cadena alimentaría.






En un ecosistema acuático la biodiversidad, o número de especies vegetales y animales que habitan en él, es menor que en uno terrestre. La base nutritiva está en el fitoplancton y en el zooplancton.La escala va en ascenso desde los peces y batracios hasta las aves acuáticas como el pato, y aéreas como el águila.